A partir del próximo día 1 de julio, las frecuencias de la red de autobuses urbanos se adaptará a la demanda de viajeros de los meses de verano. Aunque se trata de una medida habitual, su implantación se va adaptando en función de los datos de ocupación años anteriores.
Hay 13 líneas (28, 30, 43, 50, 51, 54, 55, 56, 57, 58, 59, C1 y C4) que mantendrán la misma frecuencia y, en consecuencia, el mismo número de vehículos disponibles que en el horario “de invierno”. El resto tendrá, durante los meses de julio y agosto, variaciones en la frecuencia de paso que, en las líneas más significativas (22, 23, 24, 29, 31, 32, 33 ó 35) podrían oscilar, en función del tramo horario y de las líneas, entre los 2 y los 4 minutos.
La adaptación de frecuencias se realiza en dos tramos a lo largo del verano. Así, en la primera quincena de julio se dispondrá de 8 autobuses de refuerzo que estarán distribuidos en las líneas 21, 23, 24, 33 (2 vehículos), 39, Ci1 y Ci2, lo que hará que la variación del servicio sea menos significativa en esa primera quincena.
Asimismo, en estas dos primeras semanas de julio, la línea 44 seguirá llegando hasta el Campus Río Ebro, en el Actur, mientras que la 38 mantendrá su terminal en la Residencia Pignatelli.